Hemos tenido una suerte inmensa de llegar hasta esta gruta. Se trata de una enorme boca de roca que al principio hizo de desagüe a la torrencial masa de agua que corría por la zona. En el resto del planeta parece que incluso fué peor. Según se iban emitiendo las noticias, la gente huía hacia el interior en dirección a las montañas, pero en su mayoría se encontraron con tanto hielo y agua, que quedaron atrapados. Desgraciadamente, no todos consiguieron encontrar refugio durante la fase brutal de furia de la naturaleza. Además, casi todos estaban muy mermados de fuerzas y contagiados de enfermedades generadas por la expansión de bacterias y radioactividad de las bombas.
No fué una guerra total, pero muy encarnizada. Tampoco se respetó ningún protocolo de protección para la ciudadanía, a la que le impactó de lleno. Durante esa etapa, los avistamientos ovni fueron de tal magnitud que en realidad no sabíamos si estábamos siendo exterminados por los mismos. Casualidades hubieron demasiadas, y la aparición de la enorme masa ardiente sobre nuestras cabezas parecía fruto de un complot extrahumano. Al principio se vió así,como una gran bola incandescente, y conforme se acercaba fué convirtiéndose en múltiples lenguas de fuego gris-oscuro con remolinos espantosos de color negro junto a resplandores rojizos que envolvieron y oscurecieron el planeta. Las temperaturas bajaron muy por debajo de cero y fué entonces todos los conflictos bélicos cesaron de inmediato y el resto de actividad humana, la poca que quedaba, se interrumpió definitivamente.
La oscuridad duró tres semanas, calculo. Fué algo terrible. Poco a poco comenzaron a producirse relámpagos como nunca los había visto antes y los truenos hacían temblar los edificios cuando retumbaban como cañonazos a un metro. Un día, del cielo comenzó a caer bloques de hielo que a veces eran de hasta un metro de grosor, que trituraban como arma letal a quanto se le ponía por delante.
Los que intentaron huir en esos momentos, fueron masacrados por los brutales golpes que recibieron. Todas las estructuras quedaron por arriba destruidas y solo aguantaron la acometida las partes inferiores. El viento entonces comenzó a soplar con fuerza desorbitada mientras que la temperatura subía y los cántaros del cielo volcaban precipitaciones diluvianas
Tal como cesaba el diluvio, bajaba nuevamente la temperatura y volvían a caer trozos de hielo con igual fuerza que al principio. Las torrenciales aguas que venían de las montañas asolaban a su paso pueblos y ciudades, mientras el nivel del mar iba subiendo cada día más de un metro.
Paulatinamente dejó de caer hielo y la temperatura se suavizó un tiempo. Muchas poblaciones desaparecieron bajo las aguas del mar y entre seismos de gran magnitud. El cielo cuando se despejaron las tinieblas adquirió un tono violaceo amarillento elecrificado,y fué cuando decidí que era el momento de buscar algún sitio seguro por entre los recovecos de las montañas para sobrevivir.
