4-Huyendo de la crisis

Llevaba muchos años con la fijación de que una gran crisis se iba a producir y que nos iba a pillar en plena fiesta, como sucedió. Lo mio es curioso, porque desde que tuve una experiencia de las llamadas "paranormal" la obsesión de que nos conducían a un callejón sin salida era permanente.
En el año 2011 la crisis parecía estar remitiendo. Muchos paises iban a quedar endeudados por muchos años y la clase trabajadora estaba en plena fase de empobrecimiento. En ciertos paises comenzaron las revueltas estudiantiles y las huelgas y manifestaciones aumentaban a un ritmo febril. También aparecieron levantamientos sociales que acabaron con gobiernos y monopolios de toda la vida.
Tampoco esto indicaba un posible peligro de proporción descomunal. La realidad se mascaba silenciosamente, como una sensación nefasta que te dice que la tormenta aún está por llegar. Pero claro, ¿quien iba a creerse que algo tan tremendo pudiera pasar?.
Casualmente, en una ocasión me perdí con mi moto por una carretera que me llevó hasta las faldas de un pueblo que se me antojó encantado. Me resulto extrañamente familiar allá en su asentamiento elevado, como una catedral en ruinas, y sentí la mano de auxilio que me extendería al cabo de unos años. Resultó crucial para la supervivencia mia y de los que me rodeaban.
Allí solo permanecimos dos años, hasta que el mundo se volvió irascible, tenebroso y mortal. Se resquebrajó el cielo, las aguas arrastraban salvajemente cuanto se oponía a su paso y continuos temblores que te hacían caer a tierra se repetian sin descanso. La guerra termo-nuclear había comenzado coincidiendo con estos dolores de parto.