3-Nuestra descendencia

Tengo el propósito de ir intercalando momentos del día a día con relatos de todo lo que aconteció en la fase final del sistema. Hay muchas cosas que tengo que aclarar y no sé si sabré hacerlo o si tendré el tiempo suficiente de vida. Aquí todos estamos afectados por la radiación, bacterias y enfermedades que aparecieron durante la guerra.
Muchos niños nacieron muertos, otros duraron poco tiempo y los menos están sobreviviendo con malformaciones que parecen adaptadas al entorno actual. En general presentan craneos mucho más protuberantes con venas muy pronunciadas de un tono gris-azulado. Los ojos son en muchos casos enormes, abultados e inyectados permanentemente en sangre y sus cuerpos supuran algo parecido a la gelatina. Son anormalmente bajos y casi todos tienen seis dedos en las extremidades. Aquellos que nacen con los atributos de varones no pasan del primer año de existencia, mientras las que parecen hembras están superando los problemas vitales.
Digo que parecen hembras porque tanto unos como otros presentan la misma constitución física exceptuando la zona genital. En estos momentos contamos con casi cien crias entre los catorce años y unas semanas aunque cada vez nacen menos. Entre estos y algunos de corta edad que llegaron con sus padres hay muy poco contacto. Somos como dos especies diferentes que se están pasando el relevo. Los jovencitos que ya habían nacido antes del desastre reflejan una baja energía y parecen deprimimidos, anémicos, poco vitales,igual que el resto de adultos.
Los alimentos aquí abajo son nutrientes con suficiente capacidad para generar energía. El problema debe ser que la naturaleza no nos ve aptos para adaptarnos con rapidez a este cambio y unido esto a las permanentes llagas y tumores que nos salen por todo el cuerpo, la falta de sueño, la constante lucha contra la adversidad, el no saber qué sucederá mañana y sobre todo la carga de una parte de culpabilidad de lo que sucedió parece que ha debilitado de modo fatal a nuestra fuerza interior.
Mas adelante seguiré dando detalles de estas criaturas, que siendo hijos nuestros, dan la sensación de pertenecer a otro mundo diferente al nuestro.