Entre todas estas anomalias que ya tenemos asumidas como algo cotidiano después de suceder lo que pensábamos que jamás nos pasaría, está esa extraña perturbación que parece ser que solo yo percibo. Es probable que nuestros cerebros con tanta carga electromagnética en el ambiente, no funcionen correctamente y cada uno de nosotros solo sea un aparato electrónico con una sobrecarga energética que nos hará saltar la red neuronal. Pero de todos los desquiciamientos que observo, solo el mio tiene unas características inusuales que van aumentando en la distorción de la realidad.
Cuando se producen los arcos voltáicos entre los dos soles, mi mente comienza a desdoblarse junto a mi propio yo y el entorno que me rodea. No se si soy preciso. Quiero decir que de pronto, durante unos instantes que cada vez son más prolongados, un mundo nuevo surge superponiéndose a este descalabrado paisaje. Me veo rodeado de muchísima gente que sonrie amablemente y emiten unas sensaciones de mucho calor humano. Hay edificios enormes de estructuras acristaladas en cuyo alrededor se manifiesta una vegetación muy frondosa y salvaje. No hay muchos vehículos y los que se aprecian son de forma tubular y esféricos, sin ruedas. Me da la sensación de que el traslado ya no se hace como antes. Puedes estar aquí y allá casi al instante. La vestimenta no es individual, va por grupos, como configurando distintas finalidades. Son brillantes, tal vez de confección antiradiaciones o por otras causas que desconozco, y van desde el blanco pasando por todos los matices hasta el negro. No hay mezcla de colores ni dibujos decorativos, algunas lineas y anagramas poco cargados. Es un mundo silencioso que encaja en otros planos o mundos. Esto último no se cómo explicarlo, yo no lo entiendo demasiado tampoco. Hay hombres y mujeres que se asemejan mucho entre sí, de una edad mediana, llenos de vitalidad pero no veo niños ni ancianos. Sí existen seres parecidos a robots pero no se les puede llamar máquinas porque tienen consciencia y están sumamente introducidos en esa sociedad. Ese mundo está repleto de vida animal y vegetal. Es como si hubiesen reciclado en su totalidad toda la escala biológica, pero no necesitan de ella. Los alimentos han pasado a ser parte de un complejo sistema de ingeniería energética que se suministra a traves de luz de varios colores.
Tambien capto entre los que me rodean a muchos de los que se encuentran aquí en la Gruta e incluso a otros que fallecieron enfermos. Las razas se han fusionado de tal modo que no hay extremos de color ni de facciones. Predominan los de piel aceitunada de ojos ligeramente rasgados y de gran altura. Otros son ligeramente más bajos y claros con un pelo corto oscuro de reflejos azulados. En sí son todos bastante agradables y bien estructurados. Cuando distingo a algunos de los que conozco diría que es la imagen idealizada de nuestro interior. Supongo que ellos me verán a mí del mismo modo.
La sensación que me da en general este otro mundo es la de un programa que ha limpiado nuestros defectos y los del mundo material. Y sin embargo me resulta tan real incluso más que esta tremenda pesadilla que se ha impuesto sobre el género humano.
Después de esos instantes que no sé exactamente quanto duran, los rayos voltáicos parecen cesar en intensidad y de nuevo el entorno crudo de la supervivencia se me manifiesta bajo el rigor de las circunstancias actuales. Y ellos mientras tanto parecen no percatarse de estas anomalias mentales mias.
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